Cuando Verdi se encerró a escribir una ópera basada en el Othello de Shakespeare, inicialmente quiso titularla Iago, dado que el Otello de Rossini todavía gozaba de un gran éxito. Atraído por la maldad de un personaje manipulador y obsesivo, Verdi le regaló algunas de las páginas y frases musicales de la obra. Las celebradas frases de entrada del heroico Otello, en una de las entradas más aclamadas de la historia de la ópera, seguidas de un plan perfecto lleno de mentiras y estrategias, conducen a la desintegración de un Otello obsesivo y celoso, así como a la muerte de Desdémona. Antoni Colomer ha desarrollado su trayectoria en instituciones y festivales como el Gran Teatre del Liceu, la Schubertíada, Juventudes Musicales de España o la Asociación Xavier Montsalvatge. Como crítico y musicólogo, ha colaborado con Catalunya Música, La Vanguardia Culturas, Núvol Digital, Platea Magazine y Revista Musical Catalana, entre otros. Es crítico y colaborador en la revista Ópera Actual. |