Offenbach crea un mundo con sus propias reglas. Sitúa a Hoffmann como un poeta y compositor maldito que evoca su pasado amoroso y nos conduce a través de un universo en el que sueños y realidad aparecen entrelazados. Esta obra inacabada por la muerte del compositor en 1880 narra los infortunios del poeta Hoffmann, obsesionado con triunfar en el amor, a través de tres historias dolorosas inspiradas por mujeres: la fría muñeca Olimpia, la frágil e inocente Antonia y la cruel cortesana Giulietta. La preciosa (y también siniestra) producción romántica de Laurent Pelly para el Gran Teatre del Liceu recoge las dos caras del Romanticismo: la oscura historia y la magia de su reverso. Pelly crea un entorno extraordinario para retratar al torturado poeta y la frustración por su némesis. Una vez terminados sus cuentos, aunque Hoffmann quiere olvidar, acabará encontrando consuelo en su genio creativo. Como nos recuerda la artista y madre del feminismo en la creación, Louise Bourgeois: “El arte es garantía de salud mental”, una forma de sanar al individuo y al mundo. Antoni Colomer ha desarrollado su trayectoria en instituciones y festivales como el Gran Teatre del Liceu, la Schubertíada, Juventudes Musicales de España o la Asociación Xavier Montsalvatge. Como crítico y musicólogo, ha colaborado con Catalunya Música, La Vanguardia Culturas, Núvol Digital, Platea Magazine y Revista Musical Catalana, entre otros. Es crítico y colaborador en la revista Ópera Actual. |